viernes, 25 de marzo de 2011
viernes, 4 de marzo de 2011
Lo mío siempre fueron las letras o al menos eso creía yo.
Me tragaba libros de esos grandotes desde los 5 años y me gastaba en cualquier cosa cuadernos, blocks y hasta las hojitas de recetas de mi mamá.
Nunca fui buena para decir las cosas, ni para abrazar gente. Hasta para pelearme escribía.
Pero hace meses ya que se me gastó la tinta o los dedos, no sé bien.
Ahora que me veo al espejo y todo lo de afuera combina con lo de adentro y sonrío a cada rato, nada más no me sale.
Cocino y parloteo, así la gente que importa sabe que importa, pero en texto, nada. Ya ni el trabajo de escribir disfruto.
Nada.
Me tragaba libros de esos grandotes desde los 5 años y me gastaba en cualquier cosa cuadernos, blocks y hasta las hojitas de recetas de mi mamá.
Nunca fui buena para decir las cosas, ni para abrazar gente. Hasta para pelearme escribía.
Pero hace meses ya que se me gastó la tinta o los dedos, no sé bien.
Ahora que me veo al espejo y todo lo de afuera combina con lo de adentro y sonrío a cada rato, nada más no me sale.
Cocino y parloteo, así la gente que importa sabe que importa, pero en texto, nada. Ya ni el trabajo de escribir disfruto.
Nada.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)