martes, 12 de junio de 2007

Quiero preguntar!


Sin responder,
sin comentar,
sin un drama existencial,
sin dolor,
sin nubes,
sin opiniones,
sin referendums,
sin democracia...

¡Maldita sea!
¡No quiero respuestas!

Las preguntas provocan,
causan vacíos,
discuten,
proveen alimento,
crecimiento,
dan a luz,
regalan peleas,
roban lágrimas,
derrochan carcajadas.

Las preguntas llenan, las respuestas agotan la magia...

Hoy pregunto...

¿Dónde estás?
.