"De la muerte no espero más que la nada,
y por librarme de cualquier tipo de miedo a morir,
estoy agradecido con el ateísmo".

Isaac Asimov

Ajá, sí, lo siento mucho,
pero que me disculpe
no es que quiera quererte,
pará con la emoción.

Maestro Al-Ghassani

El era la imagen del anciano,
que escondía al bravo guerrillero.
El maestro que versaba a Hendrix.
Era el acento extraño,
la barba blanca,
y el corazón latiendo a cuatro tiempos,
en cuatro idiomas,
en mil patrias masacradas.

El era el tipo,
que seguía amando
y hubiera muerto
por Iraq.

Anwar Al-Ghassani (1937-2009)

Hoy recordé,
haber tomado la libreta
escrito cosas tras cosas
dejarlo junto a la cama
y dormir sonriendo.

Despertar luego,
arrepentirme
retirar la nota
y romperla
antes que llegaras.

Y me pregunto...

Cepillo de dientes

Si (tan solo si)
me dejaras contarte
toda la historia...

Poder abrazarte
y no querer llorar
después.

Corrección

A la gente sí le gusta la gente triste,

no le gusta la gente patética.

Más de 3500 golpes en una entrada de blog
(sino sos Hernán Casciari o Jose A. Pérez,
que de paso, no hacen semejantes taradeces)
no es exagerado, es sencillamente obsceno.

Ni creás, no se me olvida,

que estas en deuda conmigo.

Como hablar de besos
sin hablar de sangre
o de sexo.

Como hablar de amor
sin hablar de revolución,
de libertad.

Ser cobarde,
saberlo
y no hacer nada.

Para permanecerte
- todo indica -
que hace falta morirse.